BREF y la limitación para eliminar el metano
Dentro del ámbito de las tecnologías de desodorización, la biofiltración es una tecnología de referencia especialmente en aquellos sectores industriales que emiten Compuestos Orgáncos Volátiles biodegradables. Entre los principales ámbitos estarían el tratamiento de residuos o la depuración de aguas residuales. La alta eficiencia de desodorización (≥95% biofiltración avanzada), la mínima generación de residuos, o el reducido consumo de energía, determinan esta tecnología como la más eficiente y sostenible medioambientalmente en estos sectores industriales.
Las exigencias ambientales
Respecto a las exigencias ambientales que se establecen en las emisiones de estos equipos para determinar su correcto funcionamiento, de forma habitual se ha exigido límites en la concentración de olor expresados como UOE/m3 (olfatometría dinámica UNE-EN 13725). Este parámetro evalúa la eficiencia de desodorización, siendo a nuestro entender, el criterio más idóneo para este propósito.
No obstante, el documento DOUE 2018/1147 de la comisión de 10 de agosto de 2018, establece que también se pueda incluir parámetros como los Compuestos Orgánicos Volátiles Totales (COVT) para este cometido. A diferencia de la olfatometría dinámica, los COVT (parámetro que se mide mediante ionización de llama/FID) es un parámetro que engloba a todos los compuestos orgánicos volátiles, sin atender a su condición de compuesto que tenga especial importancia olfativa, teniendo por tanto un carácter inespecífico para este propósito, sin atender a su condición de compuesto que tenga especial importancia olfativa, teniendo por tanto un carácter inespecífico para este propósito.
En este sentido, nos estamos encontrando serios problemas en biofiltros que cumplen perfectamente su cometido, con un rendimiento superior al 95% de desodorización, cumpliendo el límite de concentración de olor, pero con valores de COVT superiores a lo permitido (COVT ≤ 40 mg/Nm3). El problema que estamos encontrando en algunas plantas de tratamiento de residuos es que tienen generación de metano (en niveles relativamente bajos) en alguno de sus procesos. Estas concentraciones de metano (compuesto, por cierto inodoro) contribuyen en el valor de COVT, y ninguna de las tecnologías indicadas en el BREF de residuos, excepto la oxidación térmica, pueden eliminar de forma efectiva este compuesto. No obstante, queda claro, que la oxidación térmica tiene evidentes limitaciones de uso por su alto coste energético y medioambiental, quedando circunscrita a casos excepcionales. Este criterio de cumplimiento de COVT, haría inviable la aplicación de la biofiltración o adsorción de carbón activo en algunas instalaciones.
El BREF exige valores de emisión por debajo de 1000 unidades de olor/m3 en la salida de gases del sistema de desodorización. De hecho, ya se han publicado autorizaciones ambientales integradas con estas especificaciones. El rango de valores de concentración de los gases a tratar en los procesos de tratamiento de residuos está habitualmente en el rango entre 10.000 a 20.000 UOE/m3. Por tanto, es necesario un sistema con un elevado rendimiento, como la biofiltración avanzada, para cumplir con el valor de emisión de 1.000 UOE/m3.
Para más información no dude en contactar con: [email protected]
En este sentido, nos estamos encontrando serios problemas en biofiltros que cumplen perfectamente su cometido, con un rendimiento superior al 95% de desodorización, cumpliendo el límite de concentración de olor, pero con valores de COVT superiores a lo permitido (COVT ≤ 40 mg/Nm3). El problema que estamos encontrando en algunas plantas de tratamiento de residuos es que tienen generación de metano (en niveles relativamente bajos) en alguno de sus procesos. Estas concentraciones de metano (compuesto, por cierto inodoro) contribuyen en el valor de COVT, y ninguna de las tecnologías indicadas en el BREF de residuos, excepto la oxidación térmica, pueden eliminar de forma efectiva este compuesto. No obstante, queda claro, que la oxidación térmica tiene evidentes limitaciones de uso por su alto coste energético y medioambiental, quedando circunscrita a casos excepcionales. Este criterio de cumplimiento de COVT, haría inviable la aplicación de la biofiltración o adsorción de carbón activo en algunas instalaciones.
El BREF exige valores de emisión por debajo de 1000 unidades de olor/m3 en la salida de gases del sistema de desodorización. De hecho, ya se han publicado autorizaciones ambientales integradas con estas especificaciones. El rango de valores de concentración de los gases a tratar en los procesos de tratamiento de residuos está habitualmente en el rango entre 10.000 a 20.000 UOE/m3. Por tanto, es necesario un sistema con un elevado rendimiento, como la biofiltración avanzada, para cumplir con el valor de emisión de 1.000 UOE/m3.
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