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Olor en Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) : Concepto, causas y soluciones
De sobra es sabido que el agua es una sustancia incolora, insípida e inodora, que forma parte de alrededor del 65% de nuestro cuerpo y que es un elemento indispensable para la vida. Sin embargo, existen situaciones concretas en las que el agua emite un olor desagradable que todos hemos experimentado alguna vez, especialmente cuando la encontramos en un estado residual, como es el caso del olor procedente de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDARs).
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¿Qué significa que el agua esté en un estado residual?
Que el agua se encuentre en un estado residual significa que esa agua ha entrado en contacto con otras sustancias y que contiene compuestos que pueden resultar nocivos para la salud y el medio ambiente. Dichos compuestos pueden ser la orina o residuos fecales humanos y animales (y que se componen de materia orgánica), productos químicos (procedentes por ejemplo de los productos de limpieza) o metales (procedentes de procesos industriales).
¿Qué olor tienen las aguas residuales?
Popularmente, decimos que el olor a aguas residuales tiene un olor parecido al de los “huevos podridos” o al “agua estancada”. Para ser más exactos, el olor de las aguas residuales huele… a aguas residuales.
Es un olor característico y único, porque se produce de la mezcla del agua con los elementos anteriormente citados (orina y residuos fecales, alimentos en descomposición, plásticos, metales…). Es muy común percibir este olor tan característico cuando nos acercamos a una depuradora de aguas, y asumimos que es la propia depuradora la que genera ese olor. Nada más lejos de la realidad. Cuando el agua que se descarga a una depuradora está en estado natural (como es el caso del agua de lluvia) no suele tener un olor apreciable. Es después, como producto de la mezcla con otras sustancias, cuando comienza a emitir olores.
Cuando esto sucede, una serie de reacciones químicas provocan la formación del ácido sulfhídrico y otros compuestos orgánicos volátiles olorosos. En ese momento es cuando se produce ese mal olor que todos conocemos.
Por otro lado, si lo que percibimos son los olores procedentes de una EDARi (Estación Depuradora de Aguas Residuales Industrial), percibiremos un tono edónico más bien de tipo químico.
Es un olor característico y único, porque se produce de la mezcla del agua con los elementos anteriormente citados (orina y residuos fecales, alimentos en descomposición, plásticos, metales…). Es muy común percibir este olor tan característico cuando nos acercamos a una depuradora de aguas, y asumimos que es la propia depuradora la que genera ese olor. Nada más lejos de la realidad. Cuando el agua que se descarga a una depuradora está en estado natural (como es el caso del agua de lluvia) no suele tener un olor apreciable. Es después, como producto de la mezcla con otras sustancias, cuando comienza a emitir olores.
Cuando esto sucede, una serie de reacciones químicas provocan la formación del ácido sulfhídrico y otros compuestos orgánicos volátiles olorosos. En ese momento es cuando se produce ese mal olor que todos conocemos.
Por otro lado, si lo que percibimos son los olores procedentes de una EDARi (Estación Depuradora de Aguas Residuales Industrial), percibiremos un tono edónico más bien de tipo químico.
¿Cuáles son los factores que influyen en el impacto por olores en estaciones depuradoras de aguas residuales o EDARs?
Como hemos dicho, el H2S es el principal responsable del mal olor en las aguas residuales, pero no sólo (el olor lo producen además otros compuestos como el amoniaco o los compuestos orgánicos volátiles (COVs).
Son diversos los factores que confluyen y que determinan a las EDARs como una de las instalaciones más molestas para los ciudadanos, entre ellos podríamos destacar:
- Localización: En muchas ocasiones este tipo de instalaciones se sitúan cerca de zonas urbanas, esta proximidad hace que las emisiones impacten de un modo más importante.
- Tipo de contaminantes: Los compuestos químicos emitidos en los procesos de depuración de las aguas residuales suelen ser compuestos sulfurados con un importante impacto odorífero, entre estos cabría destacar compuestos como el sulfuro de hidrógeno, metil mercaptano, etil mercaptano, etc.
- Elevado número de instalaciones: En España, por obligación legal, para poder realizar un vertido de agua residual a cauce público es necesario que previamente haya sido sometido a un proceso de depuración y que cumpla los parámetros analíticos establecidos. Para este cumplimiento es necesario dotar a todos los núcleos urbanos de depuradoras, así como de una red de saneamiento que permita conducir el agua residual hasta estas instalaciones. En muchos casos las estaciones de bombeo de la red de saneamiento también son focos de emisión de malos olores.
- Tipología de focos de emisión: Las depuradoras son instalaciones donde priman las fuentes de emisión superficial, a diferencia de las fuentes conducidas (chimeneas) que pueden emitir en altura, las fuentes superficiales son las peores condiciones de emisión para que puedan dispersarse los olores. este tipo de fuentes dispersan las emisiones
Pero más allá del mal olor, el hecho de que estas sustancias estén presentes en el aire cerca de núcleos urbanos, o simplemente que un reducido número de personas puedan estar expuestas a este tipo de sustancias durante un tiempo prolongado, puede tener implicaciones directas a la salud, que pasamos a explicar a continuación.
¿Cómo pueden afectar estas emisiones odoríferas a la salud?
Los malos olores afectan la salud de las personas de diversas maneras. Los efectos dependen de la concentración del olor, la duración de la exposición y la sensibilidad de la persona.
En el caso que nos ocupa, que es el de la inhalación del sulfuro de hidrógeno, la mayoría de las personas experimentan molestias en la nariz, la garganta y los ojos. Otros síntomas -con una mayor exposición- incluyen dolores de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea, fatiga, dolores musculares, alteración de las funciones motoras, irritabilidad, pérdida de la capacidad de concentración o depresión.
Se han detectado también casos de fatalidades derivadas del trabajo prolongado -y sin los mecanismos de protección adecuados- en alcantarillado, basureros, plantas de tratamiento de residuos o en labores relacionadas con la actividad petrolífera.
La razón de esto último es que este gas tiene una particular característica que le hace resultar especialmente peligroso: a altas concentraciones, deja de ser percibido por el olfato humano y puede ser letal. Es necesario para ello, que el personal que trabaja en plantas donde se produce, lleve equipos portátiles de detección de este gas y mascarillas.
Quieres información de cómo tratar estos olores? Contacta con [email protected]
En el caso que nos ocupa, que es el de la inhalación del sulfuro de hidrógeno, la mayoría de las personas experimentan molestias en la nariz, la garganta y los ojos. Otros síntomas -con una mayor exposición- incluyen dolores de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea, fatiga, dolores musculares, alteración de las funciones motoras, irritabilidad, pérdida de la capacidad de concentración o depresión.
Se han detectado también casos de fatalidades derivadas del trabajo prolongado -y sin los mecanismos de protección adecuados- en alcantarillado, basureros, plantas de tratamiento de residuos o en labores relacionadas con la actividad petrolífera.
La razón de esto último es que este gas tiene una particular característica que le hace resultar especialmente peligroso: a altas concentraciones, deja de ser percibido por el olfato humano y puede ser letal. Es necesario para ello, que el personal que trabaja en plantas donde se produce, lleve equipos portátiles de detección de este gas y mascarillas.
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