Emisiones Fugitivas: Riesgos e Impacto Ambiental

Las emisiones fugitivas son un tipo de emisión de gases o partículas que escapan de manera no intencionada de las instalaciones, equipos o procesos industriales. A diferencia de las emisiones controladas, que son monitoreadas y tratadas a través de sistemas de filtrado o tratamiento, las emisiones fugitivas tienden a ser liberadas de manera dispersa y, en muchos casos, inadvertida. Esto puede ocurrir a través de válvulas, tuberías, juntas, equipos defectuosos o mal sellados, o simplemente por evaporación de sustancias químicas expuestas al ambiente.

Los sectores industriales, como el de petróleo y gas, minería, agricultura y producción de productos químicos, son algunas de las principales fuentes de estas emisiones. Por ejemplo, durante la extracción y el transporte de gas natural, el metano (CH₄), un potente gas de efecto invernadero, puede escapar al ambiente a través de las fugas en la infraestructura de tuberías y tanques. En la agricultura, el amoníaco y otros compuestos volátiles liberados por los fertilizantes y el estiércol también son ejemplos de emisiones fugitivas.

SUEZ dentro de su línea ClimateAdvanced® Study ha implementado los servicios Quick Scan y Smart inspection para la detección de potenciales emisiones fugitivas de Gases de Efecto Invernadero mediante el empleo de imágenes ópticas infrarrojas (IR/OGI).

Las emisiones fugitivas se pueden originar a partir de diversas fuentes, pero las más comunes son:

• Extracción y transporte de petróleo y gas: el metano y otros hidrocarburos pueden escaparse de tuberías, válvulas y estaciones de compresión.
• Agricultura: los fertilizantes nitrogenados y el estiércol pueden liberar amoníaco y óxido nitroso, otro gas de efecto invernadero de larga duración.
• Industria química: compuestos orgánicos volátiles como el benceno y el tolueno se emiten en la fabricación y el manejo de productos químicos.
• Transporte: los vehículos también pueden liberar emisiones fugitivas, sobre todo por evaporación de combustibles.

Las emisiones fugitivas tienen impactos significativos en el cambio climático y la contaminación del aire. El metano, una de las principales emisiones fugitivas del sector de petróleo y gas, es un gas de efecto invernadero extremadamente potente que tiene un potencial de calentamiento global aproximadamente 25 veces mayor que el dióxido de carbono en un periodo de 100 años. De igual forma, los compuestos orgánicos volátiles (COV), que también son comunes en las emisiones fugitivas, pueden contribuir a la formación de ozono troposférico, un contaminante que afecta la calidad del aire y representa riesgos para la salud humana.

Las emisiones fugitivas afectan negativamente a la calidad de vida. La exposición a sustancias como benceno, tolueno y otros compuestos orgánicos liberados en procesos industriales puede estar asociada con problemas respiratorios, cáncer y otros efectos adversos en la salud. De ahí que el monitoreo y control de estas emisiones sea una prioridad para reducir riesgos tanto ambientales como para las comunidades aledañas a instalaciones industriales. En Suez trabajamos para la detección de emisiones odoríferas y otros contaminantes atmosféricos para minimizar los impactos.

Esto debe abordarse a partir de una implementación de monitoreo y control en los sectores industriales y agrícolas. Algunas de las principales estrategias incluyen:

• Monitoreo continuo: el uso de tecnologías avanzadas, como sensores de metano y equipos de imágenes ópticas, permite detectar fugas en tiempo real. La adopción de estos sistemas puede facilitar la localización y reparación de fugas en infraestructura industrial.
• Mantenimiento preventivo: un programa de mantenimiento regular para inspeccionar y reparar equipos que puedan estar en riesgo de fugas, como válvulas, juntas y conexiones, puede prevenir la emisión de contaminantes.
• Sellado y optimización de equipos: la utilización de sellos y materiales de alta calidad reduce el riesgo de fugas y permite que el proceso industrial sea más eficiente.
• Uso de alternativas y prácticas sostenibles: en la agricultura, el uso de técnicas de gestión del estiércol y de fertilizantes de liberación lenta puede reducir las emisiones de gases y compuestos volátiles.

La implantación de programas de detección y reducción de fugas tiene los siguientes beneficios:

• Reducción de pérdidas de producto
• Aumento de la seguridad para los trabajadores y operadores de instalaciones
• Disminución de la exposición para la comunidad circundante
• Cumplimiento de la normativa ambiental
• Reducción de huella ambiental.

Gracias al desarrollo de regulaciones y a la implementación de estrategias se podrían mitigar estas emisiones, lo que no solo sería un imperativo ambiental, sino que también sería beneficioso para la sociedad en general.

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