“Ciencia Ciudadana de olores”, la norma UNE 77270 establece la metodología para monitorizar la contaminación por olor
Es un enfoque de investigación que involucra a los ciudadanos en la recopilación de datos científicos Una iniciativa que permite identificar y controlar los olores ofensivos en las comunidades, recogiendo datos sobre la calidad del aire en sus comunidades, proporcionando información valiosa que puede ser utilizada para identificar fuentes de olores ofensivos y tomar medidas para mitigarlos. En este caso, los ciudadanos se convierten en "detectores de olores".
Esta norma ha sido desarrollada por el Comité Técnico de Normalización 77 de Medio ambiente, concretamente el CTN 77/SC 2/GT 1 - Mapeo de molestias por olor, durante 5 años de trabajo y se publicó en octubre de 2023. Entre otras personas, ha estado trabajando Jose Vicente Martínez, Jefe de Proyectos Dpto. Audit & Studies en SUEZ Air & Climate Spain, está dirigida a potenciales afectados por el impacto por olor, responsables de actividades generadoras de molestias, entidades públicas y expertos en la materia. Estos cuatro grupos forman las partes implicadas y deberían formar parte del Grupo de Acción (GA) al que hace referencia la norma.
El documento del que SUEZ formó parte, abarca la identificación de la problemática materializada en forma de quejas por olor y participación de las partes implicadas con el objetivo de definir el GA del proyecto, su dirección y su coordinación; el marco de actuación del proyecto; el diseño del proyecto; la definición de la estrategia comunicativa y de participación de la ciudadanía en el proyecto; la definición de los formularios que se usarán en el proyecto a partir de los protocolos para la recolección de datos; y el análisis de los datos, incluyendo la evaluación de las causas y la comprobación de la plausibilidad de estos, así como la propuesta de futuras actuaciones para minimizar el impacto del olor.
- La identificación y caracterización del área afectada, incluyendo historial de la situación, APGEMO y agentes clave por parte de la sociedad civil, académica y del sector público.
- La identificación, desarrollo y puesta en marcha de una metodología estandarizada de ciencia ciudadana para la recolección, el tratamiento, la visualización y el análisis del conjunto de los datos generados, que se publicarán como datos abiertos.
- La creación de mapas colaborativos de olor basados en la información espacial y temporal de los registros de olor que aportan las personas potencialmente receptoras del impacto por olor.
- La identificación de episodios de olor caracterizados de acuerdo a su grado de molestia.
- La medición de la variabilidad de la molestia percibida por la ciudadanía tanto en tiempo como en espacio.
- La generación de un espacio/herramienta/recursos de diálogo entre las partes implicadas mediante transparencia, y comunicación continua, en el que los datos que se generan se disponen como datos abiertos con el propósito de lograr acuerdos alcanzables.
- La definición de una propuesta de futuras actuaciones para minimizar el impacto del olor.
La norma de olores de ciencia ciudadana es un ejemplo de cómo la participación ciudadana puede ser utilizada para mejorar la calidad del aire y la vida de las personas. Al involucrar a los ciudadanos en el monitoreo de la calidad del aire, esta norma permite una mayor comprensión de los problemas de olores y proporciona una base para tomar medidas efectivas para resolverlos.